martes, 21 de agosto de 2007

TRELEW 22 de agosto por Mónica Oporto


Trelew 22 de agosto
La dictadura iniciada por el gral. Juan Carlos O­nganía con su pretendida “Revolución Argentina” eufemismo que encubría la apertura económica a los capitales monopolistas internacionales de la mano del aquél ministro de economía de triste memoria, Adalbet Krieger Vasenaque con los ajustes con que castigó al sector trabajador.
LQSomos (Para Kaos en la Red)


ahora tiro yo porque me toca.
En este tiempo de plumaje blanco.
De un mudo con tu voz,
De un ciego como yo.
Vencedores vencidos.

Te has fugado. Me hago humo. Den la alarma.
Ensayo general para la farsa actual.
Teatro antidisturbios.

Buena suerte y más que suerte sin alarma.
Me voy corriendo a ver que escribe en mi pared
La tribu de tu calle.

VENCEDORES VENCIDOS. REDONDITOS DE RICOTA

La dictadura iniciada por el gral. Juan Carlos O­nganía con su pretendida “Revolución Argentina” eufemismo que encubría la apertura económica a los capitales monopolistas internacionales de la mano del aquél ministro de economía de triste memoria, Adalbet Krieger Vasena[i]que con los ajustes con que castigó al sector trabajador, sin querer, generó la toma de conciencia de pertenencia de clase de los trabajadores y estudiantes cordobeses que gestaron el reemplazo de o­nganía después del CORDOBAZO.

Repliegue del capital internacional y una nueva oportunidad para los capitales nacionales que daban feroz lucha por el control estructural. Con la breve intervención del gral. Roberto Levingston nuevamente vieron la oportunidad de posicionarse, hasta que vino como reemplazo el gral. Alejandro Agustín Lanusse.

Mientras, la convulsión social avanzaba. Las medidas de la dictadura instaurada por aquél general que también se atacó la Universidad estatal -obligando al exilio a docentes e investigadores, y que General Juan Carlos1966-70 “dictador de Argentina, uno de los integrantes del ala derecha del virulento régimen de finales de los 60, fue un claro ejemplo de misticismo, sentido corporativo de Estado, con su énfasis puesto en “las virtudes cristianas y militares” con misticismo fundamentalista. o­nganía se sentía un “elegido” para delinear el destino del país, de ahí que realizara su golpe de estado a mediados de 1966 junto aalgunos generales e industriales que ubicó en su gabinete los cuales compartían sus creencias de que esas “virtudes” restaurarían la disciplina mental, cultural, social y política en Argentina. Los aspectos feudales del integralismo aparecieron particularmente en esos hombres convencidos de que Dios les había ordenado realizar una sociedad obediente, hierática en la cual cada uno debía conocer su lugar[ii]. Es natural que ellos pensaran que esos valores, particularmente la obediencia y lealtad,se daría en la cadena de mandos, formando parte de la mentalidad militar. La noción que tenía o­nganía de las reglas de los cuerpos de elite, llamados por Dios a servir y salvar la nación, estaba totalmente fuera de foco con la Argentina moderna que buscaba formas democráticas de gobierno, y donde se elevaba un descontento popular que eventualmente era forzado por los militares para reemplazarlos con reglas menos dogmáticas. Las ideas sobrevivieron en las fuerzas armadas, particularmente entre los de la línea dura de la Fuerza y particularmente en la Marina, porque aquellos hombres habían sido influenciados por los EEUU, mediante los cursos de contrainsurgencia que polarizaron el mundo para siempre entre Capitalismo occidental y Comunismo oriental. o­nganía llevó esta controversia polarizada como una cruzada medieval contra el comunismo, al que llamó “Doctrina de West Point” en honor a la academia donde sus ideas fueron formadas.”[iii].

Ya la “Revolución Fusiladora” de 1956 había puesto los cimientos para que el aparato disciplinador controlara todo intento de movilización popular. Estos procedimientos se repetirían con mayor éxito para los representantes delstablishment, definitivamente enquistados en la economía nacional, que completaron la obra de entrega de la economía el 24 de marzo de 1976.Paradójicamente “perejiles” en las manos de los “cerebros” delstablishment, fueron los augustos represores de los disidentes, obreros, estudiantes, docentes, hoy treinta mil espacios vacíos en la sociedad. Permitieron la destrucción económica del país, cómplices de la destrucción económica y social a los que les lavaron el cerebro haciéndoles creer, nuevamente, que eran enviados de Dios para “poner el orden”, combatiendo al enemigo, que ahora más que enemigo continental lo era “fronteras adentro”, es mas, compartía las calles, las plazas, las aulas… Mano ejecutora, manu militari, hirieron y echaron sal sobre las heridas, secuestraron y fusilaron para luego mentir fraguados enfrentamientos. Herederos de proyectos que se gestaban fronteras afuera, fueron peleles en las manos de los intereses extranjeros, cipayos cuyos nombres no deben ser olvidados.

Como tampoco deben ser olvidados los sucesos de agosto de 1972.

“El 15 de agosto de 1972, veinticinco presos políticos se fugaron del
Penal de Rawson. Seis de ellos lograron llegar a Chile. Los Diecinueve
restantes se entregaron luego de acordar garantías para su integridad
física. No obstante, el 22 de Agosto el país se estremeció. En esa
gélida madrugada patagónica, el gobierno de Lanusse materializó la
matanza que sería la génesis del Terrorismo de Estado y que
encontraría luego su expresión más acabada en la desaparición de
treinta mil personas. El fusilamiento se incorporó al inconsciente
colectivo como ‘La Masacre de Trelew’ y en ella, tras interminables
ráfagas de ametralladora, los diecinueve presos políticos indefensos[iv]

fueron las primeras víctimas de la violencia institucionalizada que se
instalaría en la Argentina. La noticia, como un escalofrío,
recorrió el mundo.

Los Caídos

Carlos Alberto Astudillo (FAR): nacido en Santiago del Estero el 17 de
Agosto de 1944 (28 años), estudiante de medicina de la Universidad de
Córdoba. Fue detenido el 29/12/70. Brutalmente torturado.

Rubén Pedro Bonet (ERP): nacido en Buenos Aires el 1 de Febrero de
1942 ( 30 años) casado, padre de dos niños, Hernán y Mariana de 5
y 4 años. Perteneciente a una familia muy modesta, abandonó sus
estudios para ingresar como obrero en Sudamtex y Nestlé. Fue detenido
en febrero de 1971.

Eduardo Adolfo Capello (ERP): nació en Buenos Aires el 3 de mayo de
1948 (24 años). Estudiante de Ciencias Económicas y empleado. Fue
detenido en febrero de 1971.

Mario Emilio Delfino (ERP): nacido en Rosario el 17 de Septiembre de
1942 (29 años). Abandonó sus estudios de ingeniería para ingresar
como obrero del frigorífico Swift en Rosario. Lo detuvieron el 14 de
Abril de 1970.

Alberto Carlos Del Rey (ERP): nació en Rosario el 22 de Febrero de
1949 (23 años). Estudiante. Fue detenido el 27 de abril de 1971.

Alfredo Elías Kohon (FAR): nació en Entre Ríos el 22 de marzo de
1945 (27 años). Estudiaba ingeniería en la Universidad de Córdoba
mientras trabajaba en una fábrica metalúrgica. Es detenido el 29 de
diciembre de 1970.

Clarisa Rosa Lea Place (ERP): nació en Tucumán el 23 de diciembre de
1948 (24 años). Estudiante. Detenida en 1971.

Susana Graciela Lesgart (MONTONEROS): nacida en Córdoba el 13 de
octubre de 1949 (22 años). Maestra. Se radicó en Tucumán donde
enseñaba y compartía la vida de los cañeros. Fue detenida en
diciembre de 1971.

José Ricardo Mena (ERP): tucumano, nacido el 28 de marzo de 1951 (21
años). Estudiante. Detenido en noviembre de 1970.

Miguel Angel Pólit (ERP): nacido en Córdoba el 11 de julio de 1951
(21 años). Estudiante. Fue detenido en Córdoba en julio de 1970.

Mariano Pujadas (MONTONEROS): nació en córdoba el 14 de junio de
1948 (24 años). Estaba a punto de terminar su carrera de Agrónomo
cuando fue detenido en junio de 1971.

María Angélica Sebrelli (FAR): nació en Buenos Aires el 12 de
enero de 1949 (23 años). Cursaba Matemáticas en la Facultad de
Ciencias Exactas, trabajando además como empleada y profesora de
matemáticas y latín. Fue detenida en febrero de 1972. Salvajemente
torturada.

Ana María Villarreal de Santucho (ERP): nació el 9 de octubre de
1935 (36 años), casada, madre de tres niñas. Profesora de Arte. Fue
detenida mientras efectuaba un reparto de alimentos en una barriada de
Tucumán.

Humberto Segundo Suarez (ERP): nació en Córdoba el 1 de abril de
1947 (25 años). Campesino, cañero, obrero de la construcción y
oficial panadero. Lo de detuvieron en marzo de 1971.

Humberto Adrián Toschi (ERP): cordobés, nació el 1 de Abril de
1947 (25 años). Estudiante. Fue detenido el 30 de agosto de 1971.

Jorge Alejandro Ulla (ERP): nació en Santa Fe el 23 de diciembre de
1944 (27 años). Maestro, abandona sus estudios y trabaja como obrero
en una fábrica metalúrgica. Detenido en agosto de 1971.

Los sobrevivientes de la Masacre del 22 de Agosto de 1972

Berger, María Antonia (MONTONEROS) Lic. en Sociología, fue detenida
el 3 de noviembre de 1971. Herida por la ráfaga de metralla, logró
introducirse en su celda, donde, además, recibió un tiro de pistola.
Fué la última en ser trasladada a la enfermería. En la fecha de la
masacre en la base Alte. Zar de Trelew tenía 30 años.

Camps, Alberto Miguel (FAR) Estudiante, fue detenido el 29 de diciembre
de 1970. Eludió la metralla arrojándose dentro de su propia celda.
Fue baleado dentro de su celda. Tenía 24 años.

Aidar, Ricardo René (MONTONEROS), Ingeniero Químico, fue detenido el
22 de febrero de 1972. Evadió las ráfagas de ametralladoras
introduciéndose en su celda. Allí fue herido. En la fecha de la
masacre tenía 28 años.

Salvaron sus vidas porque la represión pensó que estaban muertos.

Fragmento de una carta de un compañero preso a su familia

(=85) Querida mamá - leyeron en una carta -: No elegí la violencia
por la violencia, sino porque era el único camino que nos quedaba. Vos
me conocés, soy pacifista por naturaleza. Pero no puedo quedarme
cruzado de brazos cuando sé que la mortalidad infantil ha aumentado
más que en ningún otro país del mundo durante los últimos cinco
años: ya es del cien por mil en Salta y Jujuy, del setenta por mil en
La Rioja. ¿Te das cuenta? El gobierno reprime cualquier
manifestación, por chica que sea, así se trate de una
manifestación que hacen veinte obreros con hambre porque no pueden
pagar la luz. Miobligación, nuestra obligación, es estar junto a
ellos, junto al pueblo, porque somos parte del pueblo.

Trelew

La larga noche de los genocidas empezó en Trelew, un día de agosto
del 72. Diecinueve compañeros de las organizaciones revolucionarias de
aquel entonces fueron fusilados por guardias de la marina. Sólo 3
lograron sobrevivir a la masacre y contaron todo lo sucedido en un
relato memorable recogido por Francisco Urondo durante la noche previa a
la libertad de todos los presos políticos, allá por 1973. El
reportaje se hizo dentro de una celda de la cárcel de Villa Devoto,
mientras el penal hervía por la inminente liberación.

Ya pasaron 28 años de todo eso. Los 3 compañeros que sobrevivieron a
los tiros de Trelew están desaparecidos. A Francisco Urondo lo mataron
mientras combatía contra la dictadura militar en junio del 76. Cuando
los compañeros salieron de la cárcel no se arrepintieron de su lucha
revolucionaria. No se sumaron a la "vida institucional de la
república", como le dicen a la traición ahora. No se convirtieron a
la religión de la democracia, el libre mercado y las candidaturas. Les
importó nada quedar bien con el régimen. Eligieron continuar por el
mismo camino que los había llevado a la cárcel. Fueronfieles a su
pueblo y a la revolución, y en los fuegos de esa dignidad cayeron como
hombres valientes y justos.

Para ellos no hay museos ni nombres de calles. En los ministerios no dan
asueto cada vez que es 22 de agosto. El poder festeja las fechas de su
patria con desfiles militares. Mejor que todo sea tan claro. El pueblo,
cuando se acuesta a dormir, o sale a la mañana para ir a buscar
trabajo, prende otra vez el mismo sueño de los que cayeron en nombre
de la libertad. Loscompañeros siguen haciendo hijos porque confían
en el porvenir. Todos los días vemos cómo crece la esperanza de
hacer la revolución para que la vida cambie. La rebeldía sale como
pus desde más adentro que la piel. La entera sociedad se calla bien la

La masacre de Trelew (publicado en la revista "Los '70")

22 de Agosto de 1972, en la Base Naval Almirante Zar, fueron asesinados
16 presos políticos que habían sido trasladados allí seis días
antes, luego de que se efectivizara una acción conjunta de las
organizaciones Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Ejército
Revolucionario del Pueblo (ERP) y Montoneros, que permitió la
evasión de seis jefes guerrilleros recluidos en la cárcel de Trelew
quienes, tras abordar un avión civil previamente secuestrado por un
grupo comando, lograron refugiarse en Chile, gobernado por el socialista
Salvador Allende.

El objetivo trazado - la fuga masiva de 110 combatientes - no pudo
concretarse con total éxito, razón por la cual un contingente
integrado por 19 de ellos que no logró arribar a tiempo al aeropuerto,
decidió rendirse el 16 de agosto ante un juez, autoridades militares y
la prensa, no sin antes exigir que se les garantizara su seguridad. El
capitán de corbeta Luis Emilio Sosa comprometió su palabra en este
sentido, escena que fue presenciada y corroborada por el coronel
retirado Luis César Perlinger, cuyo testimonio en el que destacaba la
humanidad y la capacidad militar de los insurgentes, fue sancionado con
un arresto.

Violando sus promesas, los marinos sometieron a los prisioneros a un
régimen de terror. En la noche del lunes 21 se les impartió una
orden insólita: salir de sus celdas con la vista fija en el piso y
detenerse ante la puerta en dos hileras de uno en fondo. Fue entonces
cuando los uniformados comenzaron a disparar sus ametralladoras.
Recién al amanecer comenzó a pergeñarse la mentirosa versión
oficial de los sucesos, según la cual el montonero Mariano Pujadas
habría intentado arrebatarle la pistola a Sosa, fábula que sirvió
para explicar la brutalidad de la masacre. María AntoniaBerger,
Alberto Camps y Ricardo Haidar, aunque malheridos, salvaron sus vidas
por un descuido de sus verdugos, la dictadura lanussista los mantuvo
incomunicados y sólo permitió que la televisión mostrara sus
imágenes sin sonido, al tiempo que instauraba una férrea censura de
prensa.

A tal punto llegó su ensañamiento que el tristemente célebre
comisario Alberto Villar - luego jefe de policía de Perón y uno de
los mentores de la Triple A- irrumpió con tanquetas en la sede del
Partido Justicialista donde se velaban los cadáveres de tres de los
guerrilleros asesinados.

Pero allí no terminó todo. La sede de la Asociación Gremialde
Abogados fue dinamitada, se exterminó a las familias de Clarisa Lea
Place, Roberto Santucho y Mariano Pujadas, la mayor parte de los
hermanos y hermanas de los fusilados están hoy desaparecidos y el
letrado Mario Amaya, que escoltó con su auto al micro de la armada que
el 16 trasladó a los detenidos hasta la base naval, fue asesinado
durante la última dictadura. La masacre de Trelew fue, sin duda, el
hito inicial del luctuoso camino que conduciría al mayor genocidio de
la historia argentina. [v]


LQSomos. Mónica Oporto. Agosto de 2007


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